Hay pensamientos que nos llevan a buscar respuesta del Señor, como también hay situaciones que deben llevarnos hablar con El. ¿Como debemos hablar con Dios? Fácil, como lo hacemos con nuestro mejor amigo, con nuestros padres, con nuestros hermanos. Tal vez… en mi experiencia 100 veces mas intimo que con las personas mencionada anterior.
Cuando tenia de 9 a 10 años leí una novela para joven adultos titulada “Are You There God, Its Me Margaret” (Estas Ahí Dios Soy Yo Margarita) por Judy Blume. Ese libro quedo grabado en mi mente a través de los años por varias razones, una de ella es que fue un instrumento para mostrarme cuanto me gusta leer. El titulo me ayudo en varias ocasiones a comenzar mis oraciones, y a conversar con Dios. Fueron muchas veces la que comencé mis conversaciones con Dios diciendo, Estas ahí Dios, soy yo…
Ayer mientras pensaba en el tópico de entrada al blog me llego el titulo del libro a la mente. Me sonreí porque tengo recuerdos tan fuertes de ese libro. Recuerdo que Margarita hablaba de todo con Dios de sus ilusiones y frustraciones. Recordé que a veces le pedimos a Dios que nos ayude pero pocas veces le decimos “hola Dios sabes hoy tuve un día maravilloso, comí helado de coco con frambuesa y me deleite mirando tu grandeza, disfrutando las cosas maravillosas que nos ha dado.
Prometo hablar todos los días con Dios y creo que voy a comenzar mis platicas con “Estas ahí Dios soy yo …Cipriana, sabes hoy escribí acerca de que tengo que hablar mas contigo…Bendito y alabado seas Señor.
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