Cuando nos entregamos a Cristo las cosas del mundo dejan ser atractivas y andamos con sed de El. Un Ser Ungido es una persona dotada con alguna cualidad espiritual. En este espacio vamos a pedirle unción al Todopoderoso.
Monday, November 29, 2010
Un Astronauta y un Neurocirujano
Un astronauta conversando con un neurocirujano le dijo: yo e ido muchas veces al cielo y nunca e visto a Dios. El neurocirujano le dice: yo e operado muchas cerebros y jamás e visto un pensamiento...
Oración por los hijos
Padre Dios, te damos gracias
porque nos permitiste participar
de tu paternidad divina, al darnos
los hijos que tenemos.
Son tuyos: queremos que los lleves
de tu mano por el camino de la vida,
que crezcan bajo tu protección y
hagan tu voluntad aquí en la tierra.
Cuídalos y consérvalos buenos y sanos,
en su alma y en su cuerpo,
para que un día alcancen la verdadera
felicidad en el cielo.
Ayúdanos a ser buenos padres, para que
a través de nosotros, ellos descubran
el amor que tú les tienes.
Cúbrelos con la Sangre Preciosa
derramada en la Santa Cruz de Jesús
para que ningún mal los aseche.
porque nos permitiste participar
de tu paternidad divina, al darnos
los hijos que tenemos.
Son tuyos: queremos que los lleves
de tu mano por el camino de la vida,
que crezcan bajo tu protección y
hagan tu voluntad aquí en la tierra.
Cuídalos y consérvalos buenos y sanos,
en su alma y en su cuerpo,
para que un día alcancen la verdadera
felicidad en el cielo.
Ayúdanos a ser buenos padres, para que
a través de nosotros, ellos descubran
el amor que tú les tienes.
Cúbrelos con la Sangre Preciosa
derramada en la Santa Cruz de Jesús
para que ningún mal los aseche.
Monday, November 15, 2010
El Poder de mis Palabras
En mi boca esta el poder de la vida y la muerte. Hablare palabras de vida y no de muerte. Hablare palabras de victoria y no de derrota. Hablare palabras de salud y no de enfermedad. Hablare palabras de bendición y no de maldición. Porque en mi boca hay poder y en mis palabras esta la llave del milagro que yo necesito.
Prometido 10.27.10 (Centro Carismático Católico)
Prometido 10.27.10 (Centro Carismático Católico)
Friday, November 12, 2010
Feliz Cumpleaños Flerida...Dios la Bendiga.
En nuestro grupo hay un chiste entre los miembros para referirnos a la unción y conexión de nuestra líder espiritual. El chiste es que doña Flerida tiene una conexión directa con Dios (bueno esa parte no es el chiste eso es cierto) y que cuando ella nos mira de cierta forma es porque que el Señor le esta hablando de nosotros (la palabra usada es en spanglish wisperiar esta parte es el chiste lol). Lo cierto es que Doña Flerida tiene una unción extraordinaria. Es un placer estar en su presencia porque ella tramite la presencia y paz del Señor, al igual que su esposo Sergio…(Sergio Bello hasta su nombre es Bello). Ellos son una pareja escogida por nuestro Padre Celestial para ganar almas para Su reino y están haciendo un excelente trabajo. Gracias padre por poner a Flerida en nuestras vidas, gracias padre por usarla como instrumento de tu amor, gracias padre por los mensajes que nos envía a través de Flerida.
Hoy es el cumpleaños de la Señora Flerida. Señor Jesús te pido una cobertura especial para ella, y su familia. Señor dale larga vida a Flerida y protégela de todo mal llénala de bendiciones y dale mucha sabiduría para que ella cumpla su propósito en la vida en el nombre de tu hijo Jesús Cristo te lo pido. Padre “wispereale” lo mucho que nosotros la amamos y la respetamos.
¡¡¡Feliz Cumpleaños Flerida. Espero que el Señor le wispere cosas muy bonita hoy y siempre!!!
Hoy es el cumpleaños de la Señora Flerida. Señor Jesús te pido una cobertura especial para ella, y su familia. Señor dale larga vida a Flerida y protégela de todo mal llénala de bendiciones y dale mucha sabiduría para que ella cumpla su propósito en la vida en el nombre de tu hijo Jesús Cristo te lo pido. Padre “wispereale” lo mucho que nosotros la amamos y la respetamos.
¡¡¡Feliz Cumpleaños Flerida. Espero que el Señor le wispere cosas muy bonita hoy y siempre!!!
¿A Quién Recurro?
Cuando llegan, de golpe o poco a poco, los problemas de la vida, sólo Dios escucha cuando a nuestro alrededor no encontramos a alguien con paciencia para acogernos.
Esa ayuda puede ser especializada, puntual: si me duele la cabeza voy con un médico. Otras veces se trata de una ayuda más compleja, de tipo humano: si el jefe de oficina me crea dificultades veo si es posible encontrar una solución con el director ejecutivo de la propia empresa.
Si el problema es familiar, debido a tensiones por temas económicos o por conflictos que separan y hieren a unos de otros, es hermoso poder recurrir a alguien (el abuelo, un tío prudente, un hermano siempre disponible) para pedir consuelo, luz, consejos con los que sea posible afrontar la situación y vivirla, si no hay soluciones inmediatas, al menos con un poco de paz interior.
En los problemas del alma, ante la pena que produce reconocer los propios pecados, cuando abro los ojos ante ese egoísmo que me carcome, si el espejo empieza a denunciarme esas injusticias con las que he herido a otros, ¿a quién recurro?
Nos damos cuenta, entonces, que la medicina de los corazones sólo puede venir de Dios. Porque los familiares y amigos, los médicos y los psicólogos, el jefe de personal y el encargado de la oficina del banco, llegan sólo hasta cierto punto, pero nunca pueden ofrecer lo más esencial para el alma.
Sí: sólo Dios tiene la solución de los problemas más íntimos del hombre. Sólo Dios sabe lo que llevamos dentro. Sólo Dios perdona los pecados. Sólo Dios consuela cuando los médicos se rinden. Sólo Dios escucha cuando a nuestro alrededor no encontramos a alguien con paciencia para acogernos.
Por eso, cuando grito, con el Salmo, “¿de dónde vendrá mi auxilio?” puedo también hacer mía la respuesta: “Mi auxilio me viene de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra” (Sal 121,1-2).
Como Pedro, en Galilea, llega la hora de gritar desde el don de la esperanza: “Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Jn 6,68-69).
Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Esa ayuda puede ser especializada, puntual: si me duele la cabeza voy con un médico. Otras veces se trata de una ayuda más compleja, de tipo humano: si el jefe de oficina me crea dificultades veo si es posible encontrar una solución con el director ejecutivo de la propia empresa.
Si el problema es familiar, debido a tensiones por temas económicos o por conflictos que separan y hieren a unos de otros, es hermoso poder recurrir a alguien (el abuelo, un tío prudente, un hermano siempre disponible) para pedir consuelo, luz, consejos con los que sea posible afrontar la situación y vivirla, si no hay soluciones inmediatas, al menos con un poco de paz interior.
En los problemas del alma, ante la pena que produce reconocer los propios pecados, cuando abro los ojos ante ese egoísmo que me carcome, si el espejo empieza a denunciarme esas injusticias con las que he herido a otros, ¿a quién recurro?
Nos damos cuenta, entonces, que la medicina de los corazones sólo puede venir de Dios. Porque los familiares y amigos, los médicos y los psicólogos, el jefe de personal y el encargado de la oficina del banco, llegan sólo hasta cierto punto, pero nunca pueden ofrecer lo más esencial para el alma.
Sí: sólo Dios tiene la solución de los problemas más íntimos del hombre. Sólo Dios sabe lo que llevamos dentro. Sólo Dios perdona los pecados. Sólo Dios consuela cuando los médicos se rinden. Sólo Dios escucha cuando a nuestro alrededor no encontramos a alguien con paciencia para acogernos.
Por eso, cuando grito, con el Salmo, “¿de dónde vendrá mi auxilio?” puedo también hacer mía la respuesta: “Mi auxilio me viene de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra” (Sal 121,1-2).
Como Pedro, en Galilea, llega la hora de gritar desde el don de la esperanza: “Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Jn 6,68-69).
Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Tuesday, November 9, 2010
Oracion de la Tristeza
Señor, mi alma esta abatida dentro de mi, quiero acordarme de ti, que eres mi salvación y mi alegría. Permite que la alegría de un futuro diferente ahogue mi dolor y mi tristeza. Yo puedo triunfar a tu lado. No dejes que el enemigo me siga engañando, haciéndome sentir que nunca superare esta tristeza, y que no merezco ser alegre otra vez. Señor, ayúdame a no tener miedo, porque tu estas conmigo. Necesito no desmayar, no dejarme hundir, porque tú siempre estarás conmigo y me sustentaras con tu diestra de justicia. Yo se, Señor que tu me darás tesoros escondidos y motivos de sobra para ser feliz. Secretos guardados y reservados para aquellos que te aman y confían plenamente en ti, Señor, Ahora, en este momento difícil para mi, tu quieres que yo descubra los tesoros de tener una relación intima contigo. Yo se que en toda mi angustia tu fuiste angustiado, y no tengo porque sufrir lo que, ya tu sufriste por mi. Socórreme en este tiempo de dolor y tristeza y permíteme gozar de tu alegría y de tu paz. Pongo mi corazón lastimado en las manos dulces de mi Señor Jesús, que con sus llagas me curo hace ya mucho tiempo. Gracias por amarme y sacudir de mí el polvo de la tristeza y del dolor. Me pongo en tus manos y coloco una gran sonrisa en mi rostro por la esperanza que me das. Todo lo puedo contigo Señor. Amen.
Saulo Hidalgo
Hacia Donde voy en la Vida
Pagina 37
Saulo Hidalgo
Hacia Donde voy en la Vida
Pagina 37
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