Señor, mi alma esta abatida dentro de mi, quiero acordarme de ti, que eres mi salvación y mi alegría. Permite que la alegría de un futuro diferente ahogue mi dolor y mi tristeza. Yo puedo triunfar a tu lado. No dejes que el enemigo me siga engañando, haciéndome sentir que nunca superare esta tristeza, y que no merezco ser alegre otra vez. Señor, ayúdame a no tener miedo, porque tu estas conmigo. Necesito no desmayar, no dejarme hundir, porque tú siempre estarás conmigo y me sustentaras con tu diestra de justicia. Yo se, Señor que tu me darás tesoros escondidos y motivos de sobra para ser feliz. Secretos guardados y reservados para aquellos que te aman y confían plenamente en ti, Señor, Ahora, en este momento difícil para mi, tu quieres que yo descubra los tesoros de tener una relación intima contigo. Yo se que en toda mi angustia tu fuiste angustiado, y no tengo porque sufrir lo que, ya tu sufriste por mi. Socórreme en este tiempo de dolor y tristeza y permíteme gozar de tu alegría y de tu paz. Pongo mi corazón lastimado en las manos dulces de mi Señor Jesús, que con sus llagas me curo hace ya mucho tiempo. Gracias por amarme y sacudir de mí el polvo de la tristeza y del dolor. Me pongo en tus manos y coloco una gran sonrisa en mi rostro por la esperanza que me das. Todo lo puedo contigo Señor. Amen.
Saulo Hidalgo
Hacia Donde voy en la Vida
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